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A veces la mejor solución es poner una "ex" en tu vida
Publicado: 23-10-2024
Cuando 2 simples letras pueden hacer de tu trabajo un lugar seguro.
Hay aplicaciones o zonas de trabajo, con atmósferas peligrosas, por ser potencialmente explosivas, y en las que para trabajar de forma segura es necesario el uso de maquinaria especial que pueda trabajar en este tipo de ambiente, ya que como decía Lavoisier la energía no se crea ni se destruye, sino que se transforma, y es precisamente el control de esta transformación lo que hará que el proceso discurra de una forma controlada, evitando una explosión.
Este tipo de zonas de trabajo con Atmósferas potencialmente Explosivas, están recogidas dentro de la designación ATEX, que es a la vez la abreviatura de zona de trabajo y directiva europea relativa a sistemas
de protección contra explosiones.
Las atmósferas potencialmente explosivas, lo suelen ser principalmente por dos motivos, gas/vapor inflamable y/o polvo/partículas en suspensión inflamables, lo que junto con el nivel de concentración del elemento inflamable determina la clasificación de la zona, tarea a realizar por el propio cliente o usuario.
Existen en la normativa tres clasificaciones, siendo 0 para zonas altamente sensibles, 1 para sensibilidad normal y 2 para designar una zona con más bajas probabilidades de concentración de material inflamable, y en función de lo anterior es como se determina la protección a implementar en la maquinaria que vaya a trabajar en dicha zona, contemplado todo ello en la directiva europea 94/9/CE (ATEX-100) o Real Decreto RD 400/1996.
Pero la normativa no termina con la protección del equipo, sino que establece una serie de directrices recogidas en la directiva europea 99/92/CE (ATEX-137), o Real Decreto RD 681/2003, para crear un entorno seguro de trabajo y que van enfocadas a las obligaciones del cliente/usuario respecto del uso y mantenimiento adecuado del equipo. Es importan contar con un proveedor con formación específica en ATEX y autorizado para estos trabajos, que asegure que sus intervenciones de mantenimiento se realizan fuera de la zona ATEX, y siempre de acuerdo a la protección del equipo, sin alterar su funcionamiento, y menos aun modificando la conversión, algo que invalidaría su certificación.
Trabajar con un equipo ATEX, o lo que es lo mismo, un equipo modificado y adaptado a la normativa específica, garantiza no sólo la protección del equipo, sino también la del usuario y el resto del entorno, facilitando las labores de cada uno de los integrantes de la compañía y por ende, maximizando su productividad y reduciendo los problemas que se podrían llegar a dar como consecuencia de la no implantación, los cuales podrían ser completamente imprevisibles en cuanto a daños materiales e incalculables en cuanto a daño personal.
Por eso y por vosotros, Aprolis lo tiene claro, y es que llevamos más de 30 años implantando este tipo de soluciones y atendiendo maquinaria modificada, de acuerdo a la normativa ATEX. Porque dar soluciones a nuestros clientes, es nuestro principal objetivo. Como dijo Peter Drucker, considerado el mayor filósofo de la administración del siglo XX, calidad de servicio no es lo que tú das, sino lo que el cliente recibe.